Accesibles, económicas y fáciles de usar, con estas características las redes sociales se han convertido en la plataforma predilecta para difundir información a gran escala y las empresas no han pasado por alto estas cualidades. Sin embargo, no siempre las cosas funcionan de forma sencilla y ejemplos como el caso de Nestlé demuestran que aún hay mucho camino por recorrer, asegura Diego Bóveda, Experto en Estrategias de Comunicación 2.0.
Las grandes y pequeñas empresas han buscado abrirse campo en las redes sociales a nivel mundial, si bien son las grandes corporaciones quienes están bastante posicionadas, las PYMES también han sacado provecho de las redes sociales sobre todo por la baja inversión que supone usarlas. A pesar de que estos espacios de interacción masiva tienen gran acogida entre los usuarios, hasta ahora las empresas no han logrado usar las redes sociales para comercializar sus productos, sino más bien para crear relaciones con los clientes y democratizar la información entre empresas y consumidores.
El experto asegura que las redes aún no están organizadas para vender productos, sino para establecer relaciones con los consumidores, pero están trabajando para incluir elementos que ayudarían a la comercialización. Lo importante, según el experto, es reconocer que las redes sociales están dominadas por los usuarios y no por las empresas.
Ahora las empresas se enfrentan a un mayor poder de los consumidores, mayor circulación de información y mayor velocidad en la generación y producción de contenidos. El reto de las empresas es entender al público y estar atentos a lo que ellos piensan para publicar información de relevancia. Son estas nuevas características a las que las empresas deben hacer frente.
Las redes sociales se posicionan como un nuevo sistema de distribución de información e incluso de sus productos y promociones, que a comparación de medios como la televisión, es incomparable en costos, velocidad y alcance. Para Diego, las empresas deben saber qué se dice de ellas, de sus competidores y conocer qué esperan sus usuarios. Sin embargo, en muchos casos se maneja estos espacios sin orden, buscando a profesionales sin capacitación. Y si bien las agencias de publicidad tratan de desarrollarse en este ámbito, en la práctica terminan haciendo recomendaciones de la publicidad tradicional aplicadas a las redes sociales.
La ventaja de estos espacios de interacción es que permiten equivocarse barato, a pequeña escala y bajo costo. Diego asegura que las empresas deben adquirir por lo menos conocimientos básicos del uso de estas plataformas y lanzarse a hacer las cosas, sobre todo pensar en contenidos relevantes juzgados por los mismos usuarios y generar interés en ellos.
Cada país ha usado las redes sociales de diversas formas. En Ecuador, si bien el nivel de penetración de Internet es del 19%, el 60 por ciento de esos usuarios están en Facebook. En otros países de la región las cifras se duplican como es el caso de Argentina. Sin embargo, la dirección es uniforme para todos los países de América Latina, mayor penetración de Internet y mayor interacción con las redes sociales. El futuro de la región pasa por reducir la brecha digital y eliminar sobre todo el analfabetismo virtual.
