Olga Borobio corresponsal de la agencia Notimex de México en Berlín ha seguido de cerca el tema económico de Alemania antes y después de la unificación, nos brinda una visión amplia sobre la economía alemana.
Las secuelas de la división de Alemana todavía persisten en la economía del país, el error de la sobrevaloración de las empresas y propiedades, la equiparación de beneficios e ingresos para los trabajadores de Alemania del este solo se hizo evidente cuando se constato la calamitosa situación que tenía el lado socialista.
Desde que se dio la unificación Alemana en 1990 se estableció un tributo denominado “Impuesto de Solidaridad” que lo pagan todas las empresas del país, los frutos de este impuesto benefician a las empresas e instituciones de la parte oriental de Alemanía, ese impuesto se continúa cobrando y todavía no existe visos de que en algún momento se lo piense eliminar 20 años después de implantado.
La integración de Alemania unificada en la Unión Europea ha sido fundamental para su desarrollo, esta fue una decisión política y económica importante que permitió la consolidación de su economía el impulsor de esta integración fue el canciller Helmut Kohl.
Hace 10 años, ya entrados en la globalización, Alemania perdió competitividad frente a los países con economías emergentes que ofrecían producción y mano de obra barata y de calidad, debido a esto la economía alemana se estanco varios años hasta que el canciller Gerhard Schröder suprimió muchos subsidios que permitieron una mejor integración aunque con un costo social importante.
Alemania tiene en la actualidad una economía equilibrada y solida esto pese al déficit presupuestario y a la debilidad de la economía de los estados del este, sin embargo la identificación de mercados y una industria fuerte hacen que tenga una visión de futuro optimista.
