Reglas claras cuando LOS CHICOS TENGAN CELULAR

¿Qué miran sus hijos en las redes sociales?
Diario La Prensa Riobamba, MARTES 6/9/2016

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José Rivera COMUNICADOR

El experto en nuevas tecnologías de información y comunicación, José Rivera, explica sobre las reglas que debe cumplir un joven a la hora de usar redes sociales

P/ ¿Qué problemas en cuanto a seguridad se presentan en las redes? Hay muchos beneficios de las redes sociales.

El problema está en el uso que puedan hacer de ellas las personas y, sobre todo, en la configuración de la privacidad; es decir, quién puede ver los contenidos que publicas. Se han presentado varios casos en los cuales, a través de Facebook, los delincuentes o individuos con actitudes negativas, tratan de acercarse a las personas o de ganarse la confianza de los menores de edad a través de perfiles falsos (grooming). Esto, en Argentina, por ejemplo, desencadenó la muerte de una chica de 12 años; en Ecuador, el secuestro de algunas personas jóvenes. El tema de la extorsión por imágenes sexuales también ha ocurrido. El adulto tiene el criterio suficiente para guiar a los más jóvenes con el fin que tomen precauciones que sirvan para incrementar su seguridad.

P/ ¿Supervisión o intromisión de los adultos?

Finalmente los chicos son menores de edad y los padres somos los encargados de tutelar la formación y el uso que ellos están dando a los teléfonos y tabletas inteligentes. Es importante que ellos sepan y que tengan las normas claras. Que el teléfono sea entregado al chico no implica que el padre de familia no pueda revisarlo. Los padres somos los encargados de acompañar y tutelar un correcto uso de las redes sociales. Eso también incluye supervisar con quién están hablando, qué están haciendo. De alguna forma también se hacía lo mismo con la televisión; ahí estaba el aparato y el padre de familia podía constatar qué estaban viendo sus hijos y cómo ese programa aportaba con su formación. De vez en cuando sí es bueno que los padres supervisen el uso que hacen; además de las cuentas de correo electrónico. Si algunos padres hubieran tomado medidas a tiempo se pudieron haber evitado tragedias como la ocurrida en Argentina, donde una niña de 12 años fue engañada por un adulto, que la citó y cuando se encontraron la asesinó porque la chica no accedió a sus pretensiones sexuales. El respeto por la privacidad de los chicos debe estar supeditado a la supervisión de los padres; es un acuerdo que debe establecerse previamente.

P/ ¿Qué debe contener este acuerdo?

Por ejemplo: puedes usar el teléfono en determinadas horas y puedes chatear con amigos, no debes aceptar invitaciones de desconocidos. Debe quedar claro que le entregas un celular pero también tu confianza y por lo tanto debe cumplir con ciertos parámetros de uso. El teléfono no debería tener clave para que puedas, en su momento, solicitarle el equipo y revisar lo que está haciendo. Habrá adolescentes a los que les podría molestar porque creen que es una interferencia; pero no es que estamos leyendo el diario, que se acostumbraba antes, pero sí tener información de con quién se comunica y si existe algo sospechoso para preguntarle. No se debe leer todos los diálogos que mantienen, para respetar su intimidad. También advertirles de la clase de fotografía que van a compartir y de posibles charlas con contenido sexual (sexting).

Se han dado casos en colegios, donde los chicos empezaron a coleccionar “cromos”; es decir, imágenes de sus compañeras en poses sugestivas o explícitamente sexuales. Ahí, los colegios tuvieron que intervenir. Esto es por no haber hablado con los chicos y no haber establecido las reglas de uso de los dispositivos móviles. Los padres deben configurar los equipos para poner límites a contenidos no aptos para menores. Lo importante es generar confianza con los hijos para que puedan avisar oportunamente si son víctimas de bullying, por ejemplo. Y de esta manera, llegar a una solución, no solamente en la parte tecnológica sino también en el plano físico. No deben compartir ni reenviar fotos inadecuadas u ofensivas, y borrarlas. Es importante que el teléfono móvil se quede fuera de la habitación de los chicos; es decir se carga en un área pública en la que se pueda controlar el tiempo de uso, porque suele suceder que los chicos empiezan a ocupar el teléfono a altas horas de la noche. Se debe establecer que el teléfono celular no debe ser usado para acosar, humillar, ofender a ningún compañero, vecino o conocido, ni tampoco ser cómplice de esto. El chico es quien debe dominar la tecnología y no que le quite el tiempo para compartir con sus padres y su familia. Otra de las reglas es que, sentados en la mesa, no hay teléfonos de nadie, para poder dialogar y reencontrarnos en el plano físico.

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