Alfabetización digital para niños, un desafío para padres y maestros Desde Ecuador Verifica

Los menores tienen, literalmente, el mundo en sus manos. Pero, ¿qué riesgos implica esto y cómo se puede hacer uso correcto de la tecnología? Los adultos deben estar listos para mostrarles ventajas y desventajas.

A diferencia de décadas recientes, los niños de hoy nacen en un mundo cada vez más conectado a internet. Son la generación de nativos digitales, por su contacto temprano con tecnologías que sus padres, a su misma edad, sólo veían en películas de ciencia ficción y por las que tuvieron que esperar años.

La facilidad con la que se ve a los menores manejando herramientas digitales y dispositivos móviles ha generado, al mismo tiempo, dos reacciones contrapuestas. Por un lado, existe la creencia —e incluso confianza— de que es «suficiente» esa disposición para navegar, sin gran trabajo, por internet. Por otro lado, hay una preocupación por los riesgos a los que se exponen al ingresar a la esfera pública del mundo digital.

Por eso, uno de los mayores desafíos para padres y educadores en la presente era es la alfabetización digital para niños.

¿En qué consiste?

José Rivera, doctor en Comunicación Contemporánea por la Universidad Santiago de Compostela y director de una firma consultora internacional que opera desde Quito, señala que asumir este desafío implica tres actividades permanentes por parte de los adultos responsables de los menores: el primero: de orientación, guía y pautas; el segundo: de acompañamiento en el uso de los dispositivos; y el tercero: de selección, instalación o bloqueo de aplicativos, programas, juegos y herramientas digitales en los smartphones, tabletas o computadoras.

Luego de recordar que muchos padres están “mal acostumbrados” a entregar los dispositivos a sus hijos «para que estén tranquilos y se entretengan», Rivera destaca la necesidad de una orientación para usos educativos y de entretenimiento para los más menores. Para un nivel infantil más avanzado se puede guiar a los niños en juegos con figuritas, que facilitan el aprendizaje de programación.

«Hay mucha información a la que los niños acceden y que, probablemente, al no estar acompañados por sus padres, se pierden oportunidades para que puedan, de alguna forma, integrar de una forma positiva las herramientas digitales», indica Rivera.

¿Cómo empezar?

La decana de la Facultad de Educación de la Universidad Católica de Quito, Paulina Morales, subraya que es indispensable una preparación previa de los padres y maestros para compartir la responsabilidad y el desafío de alfabetizar a los menores en el ámbito digital: «Los adultos somos los que primero tenemos que alfabetizarnos para que los niños entren al mundo digital y no sólo para darles un celular a manera de distracción».

“Los niños ya son nativos digitales, pero el problema es la falta de criterio en la identificación y aplicación de las redes y lo que pueden usar. Entonces, los padres mismo mal utilizan las herramientas digitales”, acota Morales tras señalar que uno de los aspectos más importantes en esta alfabetización es que los docentes tengan claridad de los recursos educativo-pedagógicos, que pueden usarse en línea a manera de juegos y estimulación para el aprendizaje de matemáticas, ciencias, lengua y otras asignaturas escolares.

La brecha digital

Estos nuevos objetivos de alfabetización se enfrentan, en el caso de Ecuador, con las realidades de una inocultable brecha digital; es decir, de una desigualdad en el acceso de la población a las tecnologías de información y comunicación. Información estadística levantada por el Ministerio de Educación en el periodo 2020-2021 señala que menos de 8.000 de 16.000 instituciones educativas activas, tenían conectividad a internet para su uso en tareas educativas.

Rivera explica la necesidad de prevenir los riesgos a los que se exponen los niños en el mundo digital.: «Ahora todos estamos expuestos, estamos a un solo clic, de contenidos que puedan herir sus susceptibilidad, de contenidos violentos, racistas, discriminatorios y de pornografía, a pesar de que las redes sociales hacen esfuerzos para eliminarlos y que no se viralicen. En el caso de que los niños vayan viendo en TikTok y se detengan a ver una mujer desnuda, el algoritmo reaccionará y empezará a mostrarle contenido en esa línea de forma muy intensiva, que no son aptos para su edad. Si los chicos no toman las seguridades pertinentes, pueden ser hackeadas sus cuentas en redes sociales, caer en un enlace malicioso, entregar los datos de acceso a sus cuentas, perder sus contenidos y poner en riesgo su identidad digital».