La televisión en su modelo tradicional de transmisión de ondas de radio abiertas tiene más de 90 años. La BBC de Londres realizó las primeras transmisiones en Inglaterra y desde ahí la televisión ha sido parte importante en nuestras vidas.
En ella vimos hechos trascendentales como la llegada del hombre a la luna, la triste transmisión en vivo de una guerra en Irak, el matrimonio de cuento de hadas de Diana de Gales, la noticia de la clonación de la oveja Dolly, la impactante caída de las Torres Gemelas en New York, o el rescate a sangre y fuego del presidente Rafael Correa el 30S, todas esas historias están en nuestra retina gracias a la televisión.
Según los resultados del censo de población y vivienda realizado en 2010 y difundidos por el INEC, el 85.1 por ciento de hogares del Ecuador dispone de un televisor; según esta cifra, es uno de los dispositivos con mayor penetración, seguido del equipo de sonido y del ganador indiscutible: el teléfono celular.
La caja mágica para muchos, y boba para sus detractores, con el paso de los años ha venido mejorando en su apariencia y tecnología; ahora la vemos, como dicen los anuncios comerciales, «ultradelgada», y la podemos encontrar en distintas tecnologías, como plasma, LCD y la recientemente llegada LED, que le permiten reproducir imágenes en alta definición (HD), con una calidad impresionante de detalles y colores vividos y realistas.
Después del cambio físico al que se sometió a la obesa televisión, modificó sus capacidades, dejó de ser boba, y ahora la tenemos en modelos de televisión inteligente o «Smart TV», según reza el slogan de una popular marca.
Esta nueva característica le permite no solo conectarse y navegar en Internet, sino que además puede correr aplicaciones o utilidades para acceder a servicios de información entretenimiento, comunicaciones e interactividad.
Mas delgada, mas conectada, mas inteligente, mas nítida, pero todavía con grandes deficiencias en la calidad de las señales abiertas análogas que recibe a través del espectro radioeléctrico por las antenas de aire.
Para mejorar este componente fundamental de la televisión, desde hace algunos años se impulsa en el mundo la adopción de la Televisión Digital Terrestre, o TDT por sus siglas.
En algunos países como los Estados Unidos y en casi toda Europa ya han adoptado esta nueva tecnología de transmisión de señales digitales, que también usa el espectro radioeléctrico y que tiene múltiples beneficios.
Entre los más importantes destacan:
-Mejora de la transmisión-recepción de señales al pasar de análogo a digital.
-Capacidad de transmitir y recibir señales en alta definición, HD.
-Emitir hasta cuatro señales en calidad estándar usando los mismos recursos que se utilizaban para una señal.
-Emitir señales One Seg para ser captados por dispositivos móviles.
-Optimización del espectro radioeléctrico para otros servicios de telecomunicaciones.
-Transmisión y recepción de datos a través de la misma señal de televisión.
-Posibilidad de interactividad entre el televisor y el televidente.
-Canal de retorno de información desde el televidente.
-Capacidad de integrar multipantalla.
Mucha gente tiene la idea de que la televisión digital es solo nuevos dispositivos con mayor calidad de señal, pero lo cierto es que esta nueva tecnología abre un mundo de posibilidades, no solo desde la parte técnica sino también desde los contenidos, ante lo cual nuestro país tiene un reto de gran magnitud.
Para la implementación de la televisión digital debemos tomar en cuenta varios factores, uno de los más importantes fue la adopción de un estándar de televisión de entre los siguientes: estándar japonés, europeo, norteamericano, chino y el japonés-brasileño, cada uno con sus ventajas y desventajas en aspectos técnicos, de contenidos, lenguaje, privativo o abierto.
En América del Sur el estándar con mayor adopción es el japonés-brasileño; únicamente Colombia adopto el estándar europeo, en América Central, en cambio, la mayoría de países adoptó el estándar norteamericano por su cercanía con ese mercado.
Después de esta importante decisión, cada país estableció cronogramas para la transición hacia la televisión digital. Se han planteado varios años para que esta tecnología entre a funcionar de forma plena por los cambios e implementaciones que requiere.
En marzo de 2010, el Ecuador, después de muchas pruebas de campo con varios estándares, escogió el estándar japonés modificado brasileño -ISDB-Tb por sus siglas- (Integrated Services Digital Broadcasting). Se plantea realizar el apagón analógico, o finalizar las transmisiones análogas, en el año 2016.
Una de las ventajas que prevaleció para la adopción de este estándar fue que se trataba de un estándar de código abierto, al cual todos podrían acceder, modificar y por tanto mejorar; otro aspecto que también pesó en la decisión fue los codecs de compresión del video de mayor calidad, pues Brasil implementó los codecs MPEG-4 de mayor calidad versus los MPEG-2 que integra el estándar Japonés.
Un aspecto fundamental para la decisión también fueron las capacidades de interactividad que podíamos tener con este estándar. Brasil, a través de sus universidades y centros de desarrollo, venía trabajando en este tema, especialmente en el desarrollo de una plataforma de software conocida como Middleware, que soportaría los aplicativos para la interactividad bajo el nombre de GINGA.
Este Midleware permite que los programadores realicen aplicativos interactivos con los cuales los usuarios pueden acceder a información, entretenimiento y servicios, funciones especialmente útiles cuando se trata de difundir mensajes de emergencia o educativos para la población.
En nuestro país, el proceso de transición hacia la televisión digital está liderado por el Ministerio de Telecomunicaciones, MINTEL, y tiene varias instancias encargadas de la implementación.
Desde informar a la población y a los operadores de televisión abierta, facilitar la compra de equipos a los canales ya existentes, hasta las regulaciones que servirán para la entrega de las nuevas frecuencias, diseño y calidad de los contenidos que se emitirán en los canales, es parte de la planificación que lleva adelante esta cartera de Estado.
Un aspecto fundamental en esta transición es preparar a la población para que, cuando se implemente la televisión digital, no deje de recibir este servicio fundamental. Es necesario que las personas sepan que para recibir estas señales pueden comprar equipos nuevos que vengan con el decodificador ISDBT-Tb integrado, o que pueden seguir usando sus televisores incluso los de tubo, pero conectados a un decodificador, que todavía no está a la venta, para acceder a las señales digitales.
El objetivo final es que todos los ecuatorianos y ecuatorianas podamos acceder a en 2016 a una televisión de calidad, no solamente en la recepción de la señal, sino también en los contenidos que emitidos, explotando la capacidad de interactividad al máximo, persiguiendo como objetivos el servicio a la comunidad, la educación y sin descuidar, por supuesto, el entretenimiento.
Tomado de CIESPAL
http://www.ciespal.net/mediaciones/index.php/analisis/1232-ecuador-retos-de-la-television-ante-la-digitalizacion.html
