La inteligencia artificial plantea interrogantes éticas en el mundo universitario

Redacción: Andrea Almeida, Valeria Anahuarqui y Monserrath Morán

Fotos: Ángelo Marca

Infografía: Jossue Goyes

La inteligencia artificial (IA) es un avance tecnológico que no para. Nuevas investigaciones, mejoras y usos aparecen cada día, dejando al mundo entero asombrado y a veces incluso asustado. Estas herramientas, cada vez más desarrolladas, llaman la atención por su capacidad de imitar algunas habilidades humanas, como el aprendizaje y la creación de contenido único. Esta última preocupa a quienes creen que algunos estudiantes podrían utilizarlas de forma deshonesta en la educación superior. La introducción de esta tecnología plantea nuevos desafíos éticos, pero también nuevas oportunidades y horizontes nunca explorados. Temas como estos son discutidos cada vez con más frecuencia en el ámbito académico y profesional.

Una muestra de ello es que el 12 y 13 de abril se realizó el evento de comunicación y tecnología: “NeoCom 2023, comunicación, Inteligencia Artificial y Metaverso”, organizado por la Carrera de Comunicación de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) en el Salón Azul de la institución. Este evento brindó una perspectiva clara sobre la influencia de la tecnología en la vida diaria de las personas a través de Internet. Según el propio portal online de la USFQ, durante el mismo se realizaron al menos 12 charlas, diversos talleres y un encuentro con los usuarios, en el cual participaron aproximadamente 80 personas. El portal de la USFQ indica que durante la NeoCom se desarrollaron varias exposiciones donde se explicó la trascendencia de la tecnología y su impacto social a nivel académico y comercial. Para ello, fue de gran importancia tomar en consideración las propuestas realizadas por los expertos, quienes aclararon la función de distintas herramientas tecnológicas. Lorena Jordan, fundadora de dambo.org, explicó que la IA es un acelerador de la creatividad humana en la creación de contenidos. Por su parte, Álvaro Marchante, director de investigación y AAPP ATREVIA, mencionó que la IA sirve como un soporte en el que se responden preguntas rápidamente, en especial Chat GPT.

 
La responsabilidad detrás del uso de Inteligencia Artificial / Foto: Angello Marca

La IA es una tecnología que permite a distintos dispositivos electrónicos imitar la forma en que los seres humanos realizan ciertas actividades. Esta tecnología se utiliza para crear sistemas informativos que pueden aprender y mejorar por sí mismos a medida que obtienen información. Esta inteligencia artificial funciona mediante el aprendizaje automático, que permite que los sistemas analicen grandes cantidades de datos para identificar patrones y mejorar su capacidad para tomar decisiones y resolver problemas. Si bien esta tecnología tiene un gran potencial, aún es necesaria la presencia humana para controlarla.

En un informe titulado “La Inteligencia Artificial en la educación” publicado en el 2021, la UNESCO menciona que se “debe permitir que cada persona pueda sacar provecho de la revolución tecnológica en curso y acceder a sus beneficios, fundamentalmente en materia de innovación y saber”. Es decir, el desarrollo y uso de las nuevas tecnologías, tales como la IA, no debería ser prohibida o detenida, más bien alentada, pero con responsabilidad. Esto significa una necesidad de nuevos manuales éticos y un aprendizaje responsable de las nuevas herramientas.

La ética es una disciplina que siempre debe ponerse en práctica en el ámbito laboral o académico. Para la inteligencia artificial existen lineamientos que delimitan un uso correcto de estas herramientas, con el fin de no limitar al usuario en sus objetivos o necesidades. La recomendación aprobada por los 193 Estados miembros de la UNESCO en 2021 subraya las implicaciones éticas de la inteligencia artificial por su impacto “en la adopción de decisiones, el empleo y el trabajo, la interacción social, la atención de la salud, la educación y los medios de comunicación”.

José Rivera Costales / Foto: Angello Marca
En este sentido, la inteligencia artificial y la ética no limitan su información. Por el contrario, se convierte en un ejercicio transversal para la sociedad en las instituciones académicas. José Rivera Costales, experto en comunicación de ciencia y tecnología y docente universitario, menciona que “Lo más importante es entender que esta nueva herramienta se convierte en una ayuda, en un apoyo para que nosotros podamos hacer nuestro trabajo, mas no que haga nuestro trabajo”. La IA mantiene un lineamiento en el que se accede fácilmente a redes informativas y de apoyo, sin embargo, no es correcto mantener una dependencia a la misma, puesto que tiene ciertas falencias.?

La educación superior es un campo en el que se concede principal importancia al desarrollo del intelecto y la creatividad, por lo que ser auténticos y éticos es esencial. De hecho, los docentes universitarios ponen especial cuidado en detectar y evitar el plagio en sus estudiantes. José Rivera Costales, también comentó que “probablemente habrá estudiantes que no hagan un uso ético de la herramienta y produzcan su tesis basándose en este tipo de inteligencia artificial”. Añadió que “esto preocupa, porque antes, por lo menos, podías detectar el plagio de contenidos textuales a través ciertas herramientas. Ahora, con la inteligencia artificial, ya que genera respuestas personalizadas cada vez que tú le pides o le colocas un tema, obviamente va a haber dificultades en detectar eso”.

Sin embargo, el entrevistado no está en contra del uso de la inteligencia artificial en la educación superior, ya que considera que “se pueden utilizar estas herramientas como un complemento a los conocimientos y necesidades de información. Se convierten en una fuente más para temas periodísticos o académicos, y son indispensables para obtener otras visiones, ampliar el panorama y otros criterios. Realmente son un aporte más que una carga”. Según el experto, se trata de un recurso que puede ser de gran ayuda si se utiliza de manera ética y responsable.

Actualmente, las herramientas de IA más populares son los chatbots o asistentes virtuales inteligentes. Tanto aplicaciones como asistentes en línea están a disposición de cualquiera con acceso a Internet y su uso se extiende cada vez más. Paco M. estudiante de Comunicación Social de la Universidad Central del Ecuador (UCE) comenta: “Sí sé utilizar chat GPT y conozco dos o más que sirven para realizar imágenes animadas de paisajes a partir de una descripción en texto y otra donde se realizan diapositivas a partir de panel de control”. Al preguntarle para qué utiliza mayormente estas herramientas, dijo: “lo he utilizado para buscar temas de tesis y de proyectos, para que me den un consejo y también para la búsqueda de textos”.

Finalmente, se realizó una comparación entre la escritura creada por un ser humano, en este caso el escritor colombiano Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura, y el contenido creado por IA, Chat GPT. Por un lado, pedimos a la herramienta que creara un párrafo inicial para una novela de la época del «Boom» y, por otro, escogimos el primer párrafo de “El coronel no tiene quien le escriba”. Se creó una comparación que se presentó a diez estudiantes de comunicación. De las diez personas encuestadas, seis descubrieron cual párrafo correspondía a IA. Es importante resaltar que dos de los entrevistados lo descubrieron al reconocer el libro al que pertenecía el párrafo escrito por García Márquez. Cuatro de los encuestados indicaron que el párrafo de IA fue escrito por un humano y uno de ellos señaló que ambos párrafos fueron escritos por IA.

Jossue Goyes

Contexto Original: La inteligencia artificial plantea interrogantes éticas en el mundo universitario (mediafacso.wixsite.com)

 
 

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